sábado, 3 de julio de 2010

2010 PROGRAMAS DE RADIO PIANO BAR

ALEGRÍA DE MUJER 7 DE ENERO 2010 ALHAMBRA IMPERDIBLES 22 ENERO 2010 ________________ EL AVE DE MI SUEÑO____________________

Estaba dormida y vino hasta mí un despertar de una visión increíble, no sabia que podía ser. No supe si soñaba o estaba en un sueño lúcido, de pronto enfrente mío un ave blanco casi transparente, volaba cerquita de mis ojos, a ratos parecía una medusa moviéndose con su cuerpo gelatinoso siguiendo el vaivén de las olas; otros volaba como colibrí por el batir de sus alas casi imperceptible, luego notaba era el movimiento de las alas de una mariposa blanca.

Estaba fascinada con la visión; de pronto al subir la vista sobre el ave me di cuenta se hacia acompañar por ases de luz radiante y sobre la luz podía ver un libro de tapas negras. Las páginas del libro estaban abiertas y llamaba enormemente mi atención porque eran de color lacre y no blanco como el común de los libros. El ejemplar flotaba, semi- tildado hacia un costado y del mismo caían sobre mi rostro miles de letras sueltas. Las letras brillaban como pequeñas estrellas, y al topar mis ojos se convertían en poemas, relatos, ciento de textos todos llegando desde el infinito entrando por mis ojos.

Despertaba y la visión se hacia real, el ave seguía batiendo sus alas envuelto en luz, toda esa brillantez sobre mi rostro, además podía ver el entorno de mi cabeza también iluminada; al mismo tiempo me decía, aún estas soñando, porque lo que estas viendo no puede ser real, todo seguía en esta fantástica visión. Trate desapareciera, tapando mi cabeza con la manta me cubría el cuerpo, pero no fue así. El ave seguía trocando sus alas en la oscuridad y continuaba llegando ésta vorágine de palabras con una velocidad impresionante.

Yo intentaba leer entre párrafos pero me era imposible retener frase alguna. Mi cuerpo estaba en completa relajación, y entré en una tibieza casi maternal, me arropé con la frazada como si fueran brazos de alguien me amaba en forma sublime y me veía sonriendo agradecida de la vida; mientras me arrobaba en este abrazo angelical en completa armonía.

Me levanté y comencé a vivir una tarde como cualquier otra, pero dentro de mí seguía la inquietud de este sueño, y podía sentir las alas de esta ave dentro de mí, aún después de dos días transcurrida la visión. Sólo advierto un regocijo casi indescriptible atraer su imagen hasta mi realidad y dejar testimonio de ello.